jueves, 6 de febrero de 2014

Dramas aparte

Que se acabó. Que ya no hay más. Resulta que es el final de todos los finales. Un final sin principio.

Sí, hombre, pues es triste. Hasta deprimente según la semana de ovulación, los éxitos profesionales y otras movidas internas. Vuelves a estar en las mismas, y lo peor son todas esas cosas que se quedan pendientes: los besos que no diste, las caricias que no sentiste, la canción que nunca fue vuestra, los lugares que dejasteis de compartir, los susurros a media noche y a primera hora de la mañana... 

Debates contigo millones de veces qué demonios hacer ahora con todas esas ganas (habiendo descartado ya lo de partirle la cara, que no estamos para líos). Claro, porque tus intenciones eran de todo menos broma. Tú, al final, querías haber querido y que te hubieran querido y, en consecuencia, desplegaste todos tus encantos. Pensaste: <<lo quiero. Mío.>> y ale, festival de virtudes. Entonces sacaste tu lado tierno, cariñoso, erótico-festivo, comprensivo, alegre... y, al no recibir nada, tu lado arisco, seco, borde, celoso, estúpido (porque sí, porque tú también lo tienes). Y es que después de semejante despliegue de medios y de hacer caso omiso al guantazo que tu cerebro advertía que te ibas a meter, tienes que decidir qué hacer con tanta cosa. 

Piensas y piensas; vuelta y vuelta a la almohada. Y de repente un click. Pero bueno, ¿cómo que qué vas a hacer con todo eso? Son TUS COSAS; QUÉDATELAS. Y ya está. Al final todo eso es lo que tú eres, quién eres, todo lo que te define... Todo eso que te hace inolvidable. Recógelo y ya sabes, no te olvides de ti; los dramas siempre aparte. 

1 comentario:

  1. Lo que importa es aprender que no está perdido aquello que no fue... así que recoge tus cosas y mételas en tu maleta, no olvides poner la ilusión por bandera. Tus amigos acompañarán tus pasos aunque a veces esos pasos duelan. Porque un marcharse a otro lugar a tiempo, es una pequeña victoria, y todo lo que has sentido una batalla ganada. Aunque duela, aunque duela...sigue sintiendo, entregando, caminando, escuchando y dando siempre la mejor versión de ti misma, porque quien no arriesga no gana y a veces hay que perder para después poder ganar...y sobre todo recuerda: no estuviste sola, ni lo estarás...

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