martes, 4 de diciembre de 2012

Mi día preferido

Dentro de 3 días es mi cumpleaños. 24 años. No sé qué pensar, si es poco o si es mucho... Es poco para todos los planes que tengo, para todos los sueños que aún me quedan por cumplir, para lo lejos que deseo volar y para las arrugas que pretendo coleccionar a base de un millón de recuerdos. Es mucho para todo lo que ya he vivido, para lo que he aprendido (aunque no haya querido), para todo lo que ya he logrado. Es...¿poco para tener un hijo de 7? Y demasiada felicidad en tan poco tiempo.

El día de mi cumpleaños es mi día preferido del año. Consigo reunir a muchísima gente importante para mí, gente que me quiere, a la que quiero y personas a las que realmente necesito. Aún quedan 3 días y no puedo ser más feliz.

Estoy en un momento demasiado bueno, y nada más humano que temer a la propia felicidad. ¿Sabéis ese momento en el que te sientes tan plena, tan feliz, que te da hasta miedo? Miedo de no saber cuánto durará, de preguntarse qué hacer para que nunca acabe, del sentimiento de vacío que sentirás cuando este momento dé paso a otro peor.

Somos realmente autodestructivos. No sabemos aprovecharnos de nuestra felicidad, que no siempre está, es evidente. Pero, dejémonos de preguntas, de malos augurios... vamos a eliminar la preocupación y a recordar con todo detalle cómo nos sentimos AHORA, en este momento, sin miedo. Disfruta, sonríe, sé feliz. Y si se acaba... sueña esperando a que vuelva a llegar el momento en que una lágrima se te escape de pura felicidad.

Gracias a todos los que contribuis a tanta felicidad. Gracias a todos los que, dicho de otro modo, me hacéis tener miedo... ;)


viernes, 9 de noviembre de 2012

Ya lo sé

La mejor respuesta a un "te quiero" completamente sincero no es un: "yo también", ni siquiera lo es un: "yo más". No os voy a contar aquí lo típico de que un "yo también" no es lo mismo que un "te quiero" y esas cosas que se llevan diciendo desde que San Valentín tiene rizos. Quiero contaros la verdad acerca del amor.

Y es que lo mejor del amor es cuando es desinteresado, generoso, pleno, absoluto. Sólo ésa clase de amor puede llamarse amor, cualquier cosa que se le parezca pero que no sea justo eso es mera casualidad. Cuando sólo puedes pensar en esa persona, cuando tú das a cambio de nada y lo das todo sin importante quedar en deuda contigo mismo. Cuando demuestras día a día, cada momento, sonrisa a sonrisa, mirada a mirada, que amas a alguien. Cuando no le permites dudar ni un segundo, pase lo que pase, de que es el centro de tu misma existencia, que todo lo demás es prescindible y que lo más real que existe es el amor que  tú sientes. Cuando sabes que con cada gesto que haces sólo intentas hacer feliz a otra persona. Aunque duela, aunque no sea correspondido, aunque tus lágrimas sean sus sonrisas... Y por todo esto, la mejor respuesta a un "te quiero" es, simplemente, un "ya lo sé".

jueves, 4 de octubre de 2012

La vida



Quisiera emitir un comunicado al más puro estilo famosilla de medio pelo pues, muy a mi pesar, es lo que parece que vengo siendo desde hace unos años.

Cuando me quedé embarazada con 15 años (sí, 15, ¿qué cosas no?) YO MISMA DECIDÍ seguir adelante con mi hijo, así como cambiar de centro de estudios. Ni mis padres me obligaron por ser súper católicos conservadores opusianos y extremistas de derechas
 (que no lo son) ni me expulsaron del Colegio de curas al que iba por ser madre soltera en el que, por cierto, a día de hoy mi hijo sigue cursando E.P.

Quisiera, además, poner de manifiesto que el hecho de que una niña de 15 años valore la vida como el bien más preciado que tenemos no supone necesariamente que haya sido sometida a ningún tipo de coacción o presión social. Básicamente me importáis todos una gran mierda. Soy una persona decidida y valiente y el que a vosotros, los que habláis sin saber por el simple morbo de llamar la atención, os joda porque sois unos pusilánimes no me sitúa a mí en la tesitura de convertirme en el cliché social de la "pobre niña que se quedó embarazada y destrozó su vida con 15 años". Creía que era algo que SIETE AÑOS DESPUÉS deberíais haber supuesto porque como bien podéis comprobar desde vuestros rastreros escondites la vida me va divinamente y voy cumpliendo poco a poco mis sueños.

El tener unos padres EXCEPCIONALES que SIEMPRE lo han dado todo por mí y, por supuesto, por mi hijo no significa en ningún caso que sean personas autoritarias que traten de imponer sus ideas a sus hijos más allá de lo que cualquier padre puede hacer por el bien de sus hijos. Y, a todo esto, ojalá le hiciera caso a mi madre más a menudo porque es tan sabia que no suele equivocarse.

Además, reclamar de vuestra parte que tuvierais los mismos huevos que tuve yo en su día para que seáis capaces de plantearme personalmente vuestras míseras dudas respecto a mi vida que, al parecer, obnubilan la vuestra. 

Nada más que añadir a parte de un agradecimiento eterno a mis padres por haber estado y estar siempre ahí donde les necesito, por respetarme siempre y, sobre todo, por confiar en mí y en mis posibilidades. Os quiero!

sábado, 29 de septiembre de 2012

Vitaminas para el alma

Hoy hace un día precioso. Poco a poco voy descubriendo cuántas cosas he estado perdiéndome entre tanta oscuridad. Por ejemplo, dormir durante toda la noche sin nada que me inquiete o reír por la mañana sin miedo a que alguien me diga que no...como dice aquella canción. Disfrutar de la lluvia, simplemente, observando desde mi torre cómo se funden cielo y mar en una visión realmente exquisita. Tener esas cosas pendientes con personas especiales, como ese café en el Orient Express cualquier tarde de lluvia. Dejarme sorprender por las personas, por el mundo, regalar mi sonrisa sincera, sin miedos, sin complejos, sin expectativas.  Ponerme guapa, unos vaqueros, labios rojos y el rimel y sentirme bien, a gusto, sólo porque me gusta verme brillar. Porque no hay nada que me apague, porque ahora, al fin, todo suma y nada resta. Un cine en compañía, no tener que pedir nada, sino simplemente esperar a recibir de aquellas personas que realmente desean dar. Los mensajes de buenos días, buenas tardes y buenas noches, sin más intención que sacarte una sonrisa. La cerveza, la risa, el humo, la cercanía, el cariño desinteresado, la gratitud, la coherencia, el apoyo, la estabilidad, los sueños materializándose en tu mano. Que te riñan, por haber desaparecido, por haber dejado de ser tu y que, a la vez, te agradezcan la vuelta...y te confiesen haberse sentido perdidos en tu agonía, pues tú eras el pilar en que tanta gente se sustentaba. Y que todo eso te haga sonreír, respirar el aire del mar, cerrar los ojos y sentir que vuelves. La sensación de estar en cierto modo perdido, de no entender las cosas que hiciste y por qué las hiciste pero, sobre todo, la buena señal que suponga que no te reconozcas en el pasado, pues significa que vuelves a ser tú misma. La que sólo ríe, la que siempre está, la que ama y perdona, la que se da...sabiendo que todo esto, son vitaminas para el alma. 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Desde entonces

"Este año…

He descubierto que las ilusiones no son tan fuertes como las personas, que se apagan si no se avivan.

He comprendido que, a veces, por muy sincero que sea aquello que sientes es mejor callar, pues ya se sabe lo que se dice: cada uno es dueño de sus silencios pero esclavo de sus palabras.

He comprobado, que las cosas no son siempre como y cuando uno quiere, que todo lleva su tiempo y que incluso, puedes llegar a no conseguir aquello que ansías.

He sabido que sentir dolor es inevitable pero que, sin embargo, sufrir es opcional.

Me he dado cuenta de que debería valorar más todo lo que tengo y no lamentarme por (lo poco) que no tengo, ya que no es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita.

Y, a pesar de la gran carga de veracidad que tienen los refranes citados, no son todos ciertos, pues a veces es mejor estar mal acompañado que solo. Sin embargo, paradójicamente, sé que debo aprender a racionalizar mis sentimientos y a elegir bien con quién compartirlos.

Pero lo más más más gracioso, es que pese a todo lo que he descubierto, comprendido, comprobado y sabido, yo sigo pensando que las ilusiones son más fuertes que las personas; que cuando se quiere de verdad hay que gritarlo; que siempre que luches, tarde o temprano, obtendrás la gloria; que sufrir es tan necesario como amar.

Así que, solo me queda decirles a todas las personas que han tratado de enseñarme todo eso que su labor conmigo,no tiene fin."



Este texto es del 31 de Diciembre de 2007. Puedo comprobar que sigo siendo exactamente la misma, y posiblemente debería reprenderme por eso. Pues desde entonces hasta ahora he vuelto a caer mil veces en los mismos errores. Y sigo sin arrepentirme. Y sigo eligiendo mal. Y sigo soñando, deseando y añorando. O sea, que sigo sin aprender nada.

¿En qué me convierte todo esto? En una idiota, dirían algunos. En un ángel, dirían otros. En cambio, yo diría que más que convertirme en nada o en nadie, dedico todos mis días -con sus aciertos y sus errores- a reconvertirme en mí misma. No creáis que es cosa fácil, pero lo cierto es que me divierte saber que no hay nada que pueda con esa parte de mi inocencia que, pese a tanto maltrato, nunca muere porque siempre encuentro algo con qué soñar y, en consecuencia, por lo que luchar.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Así, sin más

Me encanta ver a mi hijo reír, llorar, crecer, aprender besar y mimar. Quedarme un rato mirándolo mientras duerme antes de irme a dormir. Siempre dejo la ropa sucia en un rincón de mi habitación en lugar de echarla en el cesto. Estudio en frente del espejo, en voz alta y siempre con gafas. No me gustan los bollos rellenos de chocolate, pero me encantan las palmeras y los donuts de chocolate. Leo antes de dormir y marco con una hojita de papel las frases que más me gustan. Siempre acabo las duchas con un chorro de agua fría. Me encanta que me den las buenas noches, que me sorprendan y que piensen en mi; que quien lo haga dedique dos minutos de su tiempo para hacerlo. No tengo miego a nada, siempre lo arriesgo todo. Nunca me arrepiento de mis decisiones. A menudo me equivoco. Amo intensamente. Agoto todas mis posibilidades, lucho hasta el final, para que nunca tengan que atormentarme las preguntas..¿y si lo hubiera hecho de otra manera? o pensar que he perdido la oportunidad de mi vida. Por eso olvido rápido. Creo en el amor de verdad, el que es para siempre, el que paraliza el corazón con una mirada. Pienso que hay historias que no vale la pena recordar, pues no hay ni un sólo momento que consiga arrastrarte al principio de nuevo. Soy adicta a la cerveza, a los zapatos y a los vestidos. Dos y dos no son cuatro. Sólo hay una persona en el mundo que me conoce plenamente, y ésa es mi madre. Me ducho siempre justo antes de salir de casa, aunque sea la tercera vez del día, aunque sea para pasear al perro o comprar el pan. Tengo pocos pero grandes amigos, que no importa si dejo de verlos uno, dos o cien años, porque siempre seremos los mismos. Nunca salgo a la calle con gafas. Me gusta bailar, reirme y que me acaricien la espalda. Creo que nunca nadie valora nada de lo que tiene. No creo en el arrepentimiento. Me encantan los tallarines del chino y la ensalada de pasta. Mi color preferido es el verde y mi número el 3. No puedo estar enfadada con alguien a quien quiero, aunque no sea mia la culpa siempre acabo llamando. Me gusta hacerles felices, como sea. Todo el mundo se sorprende cuando me conoce. Cuando estoy enfadada escribo todo lo que pienso en un papel, que luego arrugo y tiro a la basura. Nunca es tarde. Cualquier momento es bueno para decir qué sientes, aunque no siempre puedas explicarte por qué.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Ya no está

Hay personas cuya sutileza es grandiosa. Ésas personas que, mientras tú vives tu vida al margen de ellas, velan cada minuto por ti, por tus sueños y por tu felicidad. Sabes que están ahí, y estás tranquilo porque también sabes que nunca se irán, que siempre estarán bajo tu sombra, peleando contra tus miedos por tu felicidad, mientras tú simplemente disfrutas. Porque sabes que por muy malo que sea lo que te pase, o sea lo que sea lo que tú necesites ella estará ahí, para salvarte. Disfrutas y te olvidas del sufrimiento que causas a esas personas que simplemente tratan de hacerse un hueco en tu vida.

Pero un día te despiertas y ya no hay nadie que desee estar a tu lado. No hay nadie que llore de felicidad cuando alcanzas tus sueños y no hay nadie para arroparte las frías madrugadas. Entonces ya no puedes disfrutar tanto porque sabes que te falta algo que probablemente no volverás a tener. Te consuelas pensando que llegará otra persona que ocupe ése lugar...pero no terminas de creértelo porque aunque tú entonces no lo supieras, su sutileza era tan grandiosa como la generosidad de su corazón. Y sabes (porque la vida te lo ha enseñado) que pocas personas existen tan generosas que sean capaces de regalarte su felicidad a cambio de la tuya.

Entonces te maldices. Por haberlo tenido todo y no haberlo valorado, por cuidarte sólo a ti.

"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"...Corrección: siempre lo supiste, pero nunca pensaste que lo perderías.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Cierra puertas, abre ventanas

Agazapada, en un rincón de la más lúgubre habitación. La puerta está abierta y da a un pasillo igualmente oscuro, por donde se guían los pequeños demonios hasta lograr entrar en la habitación y así atormentarla un poco más. No corre el aire y ni siquiera el sol, tras la ventana abrigada de gruesas cortinas, se atreve a asomarse. No le importa la oscuridad; es su oscuridad. Forma parte de ella y ve con casi total claridad, pues sus ojos hace tiempo que se acostumbraron a la penumbra de su nueva vida. 

Está cansada. Tiene todos los huesos entumecidos... ese maldito rincón. Pero, de repente, un recuerdo lo cambia todo. Ese sonido, ¿qué era? Era su risa, aquella que nunca se despegaba de sus rostro, ocupando ese lugar incondicional que ahora sólo llenaban sus lágrimas. 

Embelesada por esa hermosa audición se levantó. Apenas le costó...quería encontrarse. Corrió hacia la puerta, la cerró, y cesaron los fantasmas. Nada malo podía entrar, ya nada podía herirla. Se acercó tímidamente a la ventana, corrió las cortinas y el sol la cegó. Abrió los pesados ventanales -mucho más grandes que la puerta- y se enamoró. Se enamoró del sol, de la brisa en su cara y de las flores. El sol había venido a saludarla y a recordarle que nunca se marcharía, la brisa le secó las lágrimas y las flores le mostraron la belleza de la vida que ese rincón le había arrebatado. 

Y así de loca, feliz y enamorada se giró para descubrir que en el rincón de su habitación estaban todos y cada uno de sus pedazos. Pero no tuvo miedo porque, ahora, tenía toda la claridad que el sol le regalaba para conseguir reconstruirse poco a poco, colocando cada uno de sus pedazos en el lugar que le corresponde. Y sabía, que cuando estuviera de nuevo entera, la oscuridad no se atrevería a volver jamás. 

martes, 18 de septiembre de 2012

Querida fatalidad

Ahora resulta que poco o nada queda de aquella que fuiste. De un tiempo a esta parte te has fijado (y te han dicho) que apenas sonríes, que casi ya ni brillas y que tus ojos parecen tristes. Inevitables son las pregunta que inmediatamente te surgen: ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿En qué momento me perdí? Entonces la fatalidad llama a tu puerta y te explica que tus propias fantasías pudieron contigo. Te cuenta que por perseguir lo que amabas te fuiste deshaciendo en pequeños trozos, casi imperceptibles, que se fueron convirtiendo el polvo y que el paso del tiempo fue llevándose consigo como si de un vendaval se tratase. 

Echas de menos enormemente tu sonrisa, tus ganas de saltar, de gritar, de arrasar y de ser tú, ésa que nunca se cansó de ser insultantemente optimista. Así que la fatalidad, tan cruel como había sido, se apiada de ti y te susurra un gran secreto: la esencia nunca se pierde. Tú eres así, por mucho que haga cien años que no sonrías, tu esencia sigue en ti y nunca se irá porque la gente no cambia. Sonríes -esta vez con mucho más entusiasmo del que recuerdas- y despides a la fatalidad...porque tu esencia está a punto de llegar. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Te has olvidado

Has dedicado un tiempo de tu vida a una persona, probablemente bastante más del que merecía. Te ha fallado, una, dos y hasta mil veces. Has vuelto a creer, a querer, a sentir...y a caer. Mientras tú sólo querías que te quisiera, "tu persona" sólo quería quererse aún más. Te pedía y tú dabas...sin recibir nada. Diste tanto tanto que incluso quedaste en deuda contigo misma. Pero resulta que llega un momento en el que apenas sientes, que ya ni te duele. Y que entre tanto dar, amar, cuidar, mimar, caer, sufrir, llorar... te has olvidado de lo más importante. Te has olvidado de ti.

Renace, saca las alas del baúl y vuelve a volar.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Acompáñame a estar solo...

Acompáñame a estar solo, 
A purgarme los fantasmas, 
A meternos en la cama sin tocarnos. 
Acompáñame al misterio 
De no hacernos compañia, 
A dormir sin pretender que pase nada, 
Acompáñame a estar solo… 

Acompáñame al silencio 
De charlar sin las palabras, 
A saber que estás ahí y yo a tu lado. 
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto, 

Tú en tu sitio yo en el mío 
como un ángel de la guarda, 
Acompáñame a estar solo… 

Acompáñame 
A decir sin las palabras 
Lo bendito que es tenerte 
y serte infiel solo con esta soledad 

Acompáñame 
A quererte sin decirlo, 
A tocarte sin rozar ni el reflejo de tu piel a contraluz, 
A pensar en mi para vivir por ti, 
Acompáñame a estar solo… 

Acompáñame a estar solo 
Para calibrar mis miedos, 
Para envenenar de a poco mis recuerdos, 
Para quererme un poquito 
Y así quererte como quiero, 
Para desintoxicarme del pasado, 
Acompáñame a estar solo… 

Y si se apagan las luces, 
Y si se enciende el infierno, 
Y si me siento perdido 
Sé que tu estarás conmigo 
con un beso de rescate 
Acompáñame a estar solo…



http://www.youtube.com/watch?v=TeHBTL0KlOU

martes, 28 de agosto de 2012

Quisiera

Quisiera que mañana, al despertarme, nada hubiera cambiado. Me encantaría que todo siguiera siendo perfecto, que tú estuvieras a mi lado y me miraras, sonriente, al despertar. Quisiera que nos levantásemos con la absoluta certeza -esa que te pone hasta nervioso- de que lo que vivimos es lo más real, lo más bonito y lo más eterno que viviremos jamás. Quisiera que, a lo largo del día, lo único que nos turbase fuera cómo vamos a sorprendernos en este nuevo día, y que lo que más nos inspirara fuera conseguir la sonrisa el uno del otro. Ojalá mañana las dudas se hubiesen disipado, que entre nosotros no quedara más que un millón de cosas nuevas que hacer, lugares nuevos que conocer, planes en los que invertir una vida que sea de los dos. Quisiera que tú supieras que, pese a todo, tú siempre has estado en mí, que eres y has sido el único, aunque a veces te cueste creerlo y que mi verdad más absoluta es que te amé desde prácticamente el minuto uno, mucho, probablemente demasiado. Quisiera que además de recordar cada día mis errores, fueras más generoso e indagaras  más en nuestra historia, pues te darías cuenta de cuántos aciertos sumo. 

Es imposible volver al pasado y cambiar las cosas que hicimos. Así que sólo nos queda aprender que lo que hicimos en el pasado, necesariamente tiene su reflejo en el futuro y que conseguir todo lo que quisiera requeriría un esfuerzo superlativo que casi ninguna persona está dispuesta a ofrecer. 

lunes, 20 de agosto de 2012

Prohibido


Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber que hacer, tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos, no intentar comprender lo que vivieron juntos, llamarles solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tu ante la gente, fingir ante las personas que no te importan, hacerte el gracioso con tal de que te recuerden, olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, no creer en la vida y hacer tu destino, tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, todo porque vuestros caminos han dejado de abrazarse, olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen menos que la tuya, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia, dejar de dar las gracias a Dios por tu vida, no tener un momento para la gente que te necesita, no comprender que lo que la vida te da también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad, no vivir tu vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti, este mundo no seria igual.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Sorpréndeme

Buenos días, mundo. Hoy he amanecido sintiendo la necesidad de decirte que estoy cansada. Estoy cansada de ser tu pieza, de que me pongas a prueba en cada paso que doy. Sé que sabes que no tengo límites, que no hay nada con lo que no pueda... que soy una luchadora nata. Que soy grande; enorme. Que soy así gracias a ti, a cada desafío y a cada obstáculo que has dejado en mi camino. Pero hoy estoy cansada. No significa que haya llegado a mi límite (pues sigo creyendo que no lo tengo), significa que estoy cansada de ser yo quien acepte tus desafíos y se crezca en cada hazaña.

Así pues, hoy te diré que soy yo quien te reta a que la sorprendas, así como yo te sorprendí cada vez que me atreví a desafiarte. He vivido mucho -probablemente demasiado-, y he luchado aún más... no será fácil sorprenderme. Entonces, adelante. Regálame vida. Sorpréndeme.

Lo (im)posible

Las cosas imposibles no existen. Existen las cosas difíciles de conseguir, las cosas improbables.
Sí existen, por contra, la cobardía, la comodidad, la falta de ganas, el no querer esforzarse por lograr cosas "imposibles".

He descubierto todo esto a lo largo de mi vida, durante la cual se me han planteado retos bastante arduos. He tenido que descubrir, por ejemplo, que perdonar no es imposible -pese a que haya cosas imperdonables- y que aprender de tus errores tampoco es imposible. La dificultad no depende de las cosas que nos proponemos, depende de la firmeza con la que queramos actuar, de cuánto deseemos lo improbable y cuánto estamos dispuestos a dar para lograrlo... Y por eso yo aún no conozco nada imposible.

martes, 31 de julio de 2012

Ser inteligente

Tengo en este blog un admirador secreto -o no tan secreto- que dice que soy buena y la persona más inteligente que conoce. Yo, como de costumbre, tengo que replicarle. Y le digo que no estoy segura de ser demasiado inteligente. Él, que tanto me conoce (o conocía), se sorprende y me pregunta que por qué digo esas cosas. Le contesté que, a veces, lo más inteligente no es quedarse y luchar por lo que quieres; que, a veces, lo más inteligente no es darlo todo y poner la felicidad del resto por delante de la tuya... que, a veces, huir es de ser inteligente.

Claro que, después de pensarlo un rato, me he dado cuente de que sí soy inteligente. Lo soy porque nunca me rindo, pues sé que ésa es mi mayor victoria. Lo soy porque también sé que no conozco mayor felicidad que la de hacer felices a las personas a las que amo, por mucho que eso duela. Soy inteligente porque siempre encuentro una posibilidad, por ínfima que sea; lo soy porque no puedo dejar de buscar hasta encontrar la solución. Así pues, además de ser inteligente, visto de este modo, podría decirse que soy, incluso, egoísta. Todo lo que hice, lo que hago y lo que haré; todo lo que he luchado, lucho y lucharé; todo lo que me he prometido y he cumplido, lo que me prometo y cumpliré, lo que prometeré y cumpliré; todo lo que amé, amo y amaré...todo, lo hice sólo porque así fui, soy y seré feliz.

martes, 24 de julio de 2012

Cuando las cosas ya no valen nada


Es bonito contar en tu vida con alguien que realmente se alegre por ti. Pero que se alegre de verdad; no que te diga: ¡Eh!, Enhorabuena…sino tener a alguien a quien con cada éxito tuyo se le dispare el brillo en los ojos y se alegre desde lo mas hondo de su corazón hasta sentir, incluso, que se le pone la piel de gallina.

Porque sí, porque a todos nos gusta alcanzar metas y ver cumplidos nuestros sueños. Pero, realmente, ¿de qué vale todo eso si no tienes a nadie con quien compartirlos? A esa persona que, durante el camino, te alienta en cada paso y te ofrece su mano en cada caída. Tener a esa persona, o personas, que luchan por ti, por lo tuyo, que se deja la vida en ello porque hacen de tu felicidad la suya propia.

Es, igualmente divertido, por ejemplo, salir por ahí con los amigos, amigas, viajar, conocer mundo, gente…pero, ¿de qué vale todo eso si no tienes a nadie deseando que llegues a casa? Alguien con quien compartir lo vivido, con quien celebrar el reencuentro y con quien coleccionar un millón de recuerdos.

En la vida todo está hecho para compartirse. Los fracasos, para que quien realmente te quiere, te lo demuestre y dé la cara por ti. Los éxitos, para disfrutarlos con la persona que te ha llevado hasta ellos, que te ha acompañado en el camino…que ha luchado, aunque en la sombra, contigo, contra viento y marea. La persona que sufre cuando tú sufres, que llora tus lágrimas, que aguarda tus ausencias, que te regala cada sonrisa aunque le cueste sacarla, sólo porque cree que tú la necesitas más. La persona que te haga sentir todo eso, y que además todo lo que haga sea real, nada fingido. Porque sino, sino las cosas no valen nada. 

Lo siento mucho por todas las personas que no han conocido nunca ésta sensación, la seguridad de saber que eres la vida de otra persona…Aunque lo siento aún más por aquellas personas que alguna vez la tuvieron y se atrevieron a perderla. Porque ése es el verdadero tesoro que podemos acuñar a lo largo de nuestra vida. No valen las cosas materiales, los momentos de diversión efímeros, los títulos, las palabras, los números… Lo que realmente vale es la incondicionalidad que sólo un corazón puro puede regalarte. 

sábado, 21 de julio de 2012

Lo esencial es invisible a los ojos, El Pricipito, Fin.

El principito se fue a ver nuevamente las rosas:
- No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron molestas.


- Sois bellas, pero estáis vacías -continuó-. No se puede morir por vosotras. Sin duda un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que ella es la rosa que he regado. Puesto que ella es la rosa que puse bajo un globo. Puesto que ella es la rosa que abrigué con el biombo. Puesto que ella es la rosa cuyas arrugas maté (salvo dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que ella es la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Porque ella es mi rosa.


Y volvió hacia el zorro:
- Adiós -dijo.
- Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
- El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante. 


[...]


<<Lo que me emociona tanto de este principito dormido es su fidelidad por una flor, es la imagen de una rosa que resplandece en él como la llama de una lámpara, aun cuando duerme...>>





viernes, 20 de julio de 2012

Si me domesticas..., El Principito, Vol VII

Entonces apareció el zorro.
- Buenos días -dijo el zorro.
- Buenos días -respondió cortésmente el principito, que se dio la vuelta, pero no vio nada.
- Estoy aquí -dijo la voz-, bajo el manzano...
- ¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy lindo...
- Soy un zorro -dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo -le propuso el principito -. ¡Estoy tan triste!...
- No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.
- ¡Ah! Perdón. -dijo el principito.
Pero después de reflexionar, agregó:
- ¿Qué significa <<domesticar>>?
[...]
- Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro- significa <<crear lazos>>.
- ¿Crear lazos?
- Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Seras para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor...Creo que me ha domesticado. 
- Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
[...]
El zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan a nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...

El zorro calló y miró largo tiempo al principito.
- ¡Por favor..., domestícame! -dijo.
- Me gustaría -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. [...] Si quieres un amigo, ¡domestícame!
- ¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
- Hay que ser paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrá sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito.
- Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
- ¿Qué es un rito? -dijo el principito.
- Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora de las otras horas. [...]

Así, el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
- ¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
- Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal, pero quisiste que te domesticara...
- Sí -dijo el zorro. 
- ¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
- Sí -dijo el zorro.
- Entonces, no ganas nada.
- Gano -dijo el zorro-, por el color del trigo.
Luego, agregó:
- Ve y mira nuevamente las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto. 

miércoles, 18 de julio de 2012

Todas se parecían a su flor, El principito, Vol. VI

Sucedió que el principito, habiendo caminado largo tiempo a través de las arenas, de rocas y de nieves, descubrió al fin una ruta. Y todas las rutas van hacia la morada de los hombres. 
- Buenos días -dijo.
Era un jardín florido de rosas.
- Buenos días -dijeron las rosas.
El principito las miró. Todas se parecían a su flor. 
- ¿Quiénes sois? -les preguntó, estupefacto.
- Somos rosas -dijeron las rosas.
- ¡Ah! -dijo el principito. 
Y se sintió muy desdichado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín. 
<<Se sentiría bien vejada si viera esto -se dijo-; tosería enormemente y aparentaría morir para escapar al ridículo. Y yo tendría que aparentar cuidarla, pues, sino, para humillarme a mí también, se dejaría verdaderamente morir...>>
Luego, se dijo aún: <<Me creía rico con una flor única y no poseo más que una rosa ordinaria. La rosa y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales quizá está apagado para siempre. Realmente no soy un gran príncipe...>> Y, tendido sobre la hierba, lloró. 


martes, 17 de julio de 2012

Vete, El Principito, Vol. V


Creo que, para su evasión, provechó una migración de pájaros silvestres. La mañana de la partida puso en orden su planeta. Deshollinó cuidadosamente los volcanes en actividad. Era muy cómodo para calentar el desayuno de la mañana. Poseía también un volcán extinguido. Pero, como decía el principito: <<¡No se sabe nunca!>> Deshollinó, pues, igualmente el volcán extinguido. Si se deshollinan bien los volcanes, arden suave y regularmente, sin erupciones. Las erupciones volcánicas son como el fuego en las chimeneas. Evidentemente, en nuestra tierra somos demasiado pequeños para deshollinar nuestros volcanes. Por eso nos causan tantos disgustos.

El principito arrancó también, con un poco de melancolía, los últimos brotes de baobabs. Creía que no iba a volver jamás. Pero todos estos trabajos cotidianos le parecieron extremadamente agradables esa mañana. Y cuando regó por última vez a la flor, y se dispuso a ponerla al abrigo de su globo, descubrió que tenía ganas de llorar. 
- Adiós -dijo a la flor.
Pero la flor no contestó.
- Adiós -repitió.
La flor tosió. Pero no por el resfriado.
- He sido tonta -le dijo por fin-. Te pido perdón. Procura ser feliz. 
Quedó sorprendido por la ausencia de reproches. Permaneció allí, desconcertado, con el globo en la mano. No comprendía esa calma mansedumbre.
- Sí, sí te quiero -prosiguió la flor-. No has sabido nada. No tiene importancia. Pero has sido tan tonto como yo. Procura ser feliz... Deja el globo en paz. Ya no lo quiero.
- Pero el viento...
- No estoy tan resfriada como para... El aire fresco de la noche me hará bien. Soy una flor.
- Pero los animales...
- Es preciso que soporte dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas. ¡Parece que es tan hermoso! Si no, ¿quién habrá de visitarme? Tú estarás lejos. En cuanto a los animales grandes, no les temo, tengo mis garras.
Y mostró ingenuamente sus cuatro espinas. Después agregó:
- No te detengas más, es molesto. Has decidido partir. Vete. 




lunes, 16 de julio de 2012

Demasiado joven, El Principito, Vol. IV

De este modo, el principito, a pesar de la buena voluntad de su amor, pronto dudó de ella. Había tomado en serio palabras sin importancia  se sentía muy desgraciado.
- No debí haberla escuchado -me confió un día-; nunca hay que escuchar a las flores. Hay que mirarlas y aspirar su aroma. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no podía gozar con ello. La historia de las garras, que tanto me había fastidiado, debe de haberme enternecido...
Y me confió aún:
- No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. ¡No debí haber huido jamás! Debí haber adivinado su ternura, detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para amarla. 



domingo, 15 de julio de 2012

¿Y el biombo?, El Principito, Vol. III

La flor, que había trabajado con tanta precisión, dijo en medio de un bostezo:
- ¡Ah! Acabo de despertarme... Perdóname... Todavía estoy toda despeinada....
El principito, entonces, no pudo contener su admiración:
- ¡Qué hermosa eres!
- ¿Verdad? -respondió suavemente la flor-. Y he nacido al mismo tiempo que el sol...
El principito advirtió que no era demasiado modesta, ¡pero era tan conmovedora!...
- Creo que es hora del desayuno -agregó enseguida la flor-. ¿Tendrías la bondad de acordarte de mí?
Y el principito, confuso, habiendo ido a buscar una regadera de agua fresca, sirvió a la flor. 


Así lo atormentó bien pronto con su vanidad un poco sobría. Un día, por ejemplo, hablando de las cuatro espinas, dijo al principito:
- ¡Ya pueden venir los tigres con sus garras!
- En mi planeta no hay tigres -objetó el principito-; y además, lo tigres no comen hierba.
- Yo no soy una hierba -respondió suavemente la flor.
- Perdóname...
- No temo a los tigres, peor siento horror a las corrientes de aire. ¿No tendrías un biombo?
<<Horror a las corrientes de aire...No es una suerte para una planta -observó el principito-. Esta flor es bien complicada...>>
- Por la noche me meterás bajo un globo. Aquí hace mucho frío. Hay pocas comodidades. Allá de donde vengo...
Pero se interrumpió. Había venido bajo forma de semilla. No había podido conocer nada de otros mundos. Humillada por haberse dejado sorprender en la preparación de una mentira tan ingenua, tosió dos o tres veces para poner en falta al principito.
- ¿Y el biombo?...
- ¡Lo iba a buscar, pero como me estabas hablando!...





sábado, 14 de julio de 2012

La brizna que no se parecía a las otras briznas, El Principito, Vol II.

Aprendí bien pronto a conocer a esa flor. En el planeta del principito siempre había habido flores muy simples, adornadas con una sola hilera de pétalos, que apenas ocupaban lugar y que no molestaban a nadie. Aparecían una mañana entre la hierba y luego se extinguían por la noche. Pero aquélla había germinado un día de una semilla traída de no se sabe dónde y el principito había vigilado, muy de cerca, a esa brizna que no se parecía a las otras briznas. 


Podía ser un nuevo género de baobab. Pero el arbusto cesó pronto de crecer y comenzó a elaborar una flor. El principito, que asistió a la formación de un capullo enorme, sentía que iba a surgir una aparición milagrosa, pero, al abrigo de su cámara verde, la flor no terminaba de preparar el embellecimiento.

Elegía con cuidado sus colores. Se vestía lentamente y ajustaba uno a uno sus pétalos. No quería salir llena de arrugas como las amapolas. Quería aparecer con el pleno resplandor de su belleza. ¡Ah!, ¡sí! ¡Era muy coqueta! Su misterioso atavío había durado días y días. Y he aquí, que una mañana, exactamente a la hora de la salida del sol, se mostró.




viernes, 13 de julio de 2012

¿No es importante?, El Principito, Vol I.

Al quinto día, siempre gracias al cordero, me fue revelado el secreto de la vida del principito. Me preguntó, sin preámbulos, como fruto de un problema largo tiepo meditado en silencio:
- Si un cordero come arbustos, ¿come también flores?
- Un cordero come todo lo que encuentra.
- ¿Hasta las flores que tienen espinas?
- Sí. Hasta las flores que tienen espinas.
- Entonces, las espinas, ¿para qué sirven?
Yo no lo sabía, estaba muy ocupado tratando de destornillar un bulón demasiado ajustado de mi motor. Estaba muy preocupado, pues mi avería comenzaba a resultarme muy grave y el agua que se agotaba me hacía temer lo peor. 
- Las espinas, ¿para qué sirven?
El Principito jamás renunciaba a una pregunta, una vez que la había formulado. Yo estaba irritado por mi bulón y respondí cualquier cosa:
- Las espinas no sirven para nada. Son pura maldad de las flores. 
- ¡Oh!
Después de un silencio me largó, con cierto rencor:
- ¡No te creo! Las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen terribles con sus espinas. Y tú, ¿tú crees que las flores...?
- ¡No, no! ¡Yo no creo nada! Te he contestado cualquier cosa, yo me ocupo de cosas serias. 
[...]
- ¡ Confundes todo! ¡Mezclas todo! Conozco un Señor Carmesí. Jamás ha aspirado una flor. Jamás ha mirado una estrella. Jamás ha querido a nadie. Y repite lo mismo que tú: <<¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!>> Se infla de orgullo. Pero no es un hombre; ¡es un hongo!
El principito estaba ahora pálido de cólera:
- Hace millones de años que las flores fabrican espinas. Hace millones de años que los corderos comen igualmente las flores. ¿Y no es serio intentar comprender por qué las flores se esfuerzan tanto en fabricar espinas que no sirven nunca para nada? ¿No es importante la guerra de los corderos y las flores? ¿Y no es importante que yo conozca una flor única en el mundo, que no existe en ninguna parte, salvo en mi planeta, y que un corderito puede aniquilar una mañana, así, de un solo golpe, sin darse cuenta de lo que hace? ¿Esto no es lo importante?
Enrojeció y agregó:
- Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas. Se dice: <<Mi flor está allí, en alguna parte...>> Y si el cordero se come la flor, para él es como si todas las estrellas se apagaran. Y esto, ¿no es importante?



miércoles, 11 de julio de 2012

Gracias


Gracias, vida, por todo lo aprendido. Por haberme convertido en quien soy hoy. Gracias, sobre todo, por haber permitido que mis pequeños grandes dramas cristalicen en mí como grandes virtudes y no como defectos.

Gracias por concederme la facilidad para amar intensamente por muchas veces que me hayan herido. Gracias por permitir que me convierta en una persona fuerte que puede apoyar a los suyos aunque crea que estoy a punto de derrumbarme. Gracias por regalarme la virtud del perdón, que ha permitido que perdone en tantas ocasiones cosas imperdonables. Gracias por hacer que nunca pierda mi risa y darme siempre algún motivo para regalarla; por hacerme sentir especial para quienes la reciben. Gracias por los pasos en falso, las caídas y las heridas que, finalmente, me condujeron siempre a un camino mejor. Gracias por convertirme en una persona que hace feliz a quienes me tienen en su vida; porque no dudan de mí…por haberme enseñado cómo mostrarles mi presencia incondicional. Gracias por hacer de mí una persona fiel, noble y leal, pese a que en más de una ocasión me hayan traicionado. Gracias por la persona que has creado y la valentía con la que has salpicado mi personalidad para alcanzar mis metas. Gracias por enseñarme cómo valorar a las personas importantes, cómo amarlas y cómo mantenerlas siempre a mi lado…aunque a mí alguna vez sí me hayan abandonado. Gracias por abrirme los ojos en tantas ocasiones para que entienda que hay cosas que es mejor dejar marchar.

Gracias por lo aprendido, por lo vivido… Gracias por lo que aún hoy me permites soñar.


martes, 10 de julio de 2012

Pasión


Apasionada, desenfrenada, indomable, fuerte, valiente. Como un torbellino, como la gaseosa. Como una explosión y su correspondiente onda expansiva. Así soy, y no lo voy a negar jamás. ¿Un defecto? ¿Una virtud? Según el momento. Un defecto porque peco con la intensidad de mis reacciones a veces, tal vez, injustamente. Una virtud porque así soy para absolutamente todos los aspectos de mi vida. Daña a alguien de los míos y serás el centro de la explosión; se alguien mío y te protegeré con la misma fuerza. Adivina de qué lado estoy, cómo funciona mi mecanismo y cómo utilizarlo a tu favor. Y ganarás; lo ganarás todo. Ganarás a una persona noble, leal, fiel; ganarás un pilar fuerte, macizo, indestructible. Me tendrás siempre contigo y tus penas serán las mías; tus éxitos lo míos y, aún mejor, los míos serán tuyos.

Pasión para escribir, para luchar, para amar, para odiar, para reír, para vivir, para ganar, para perder. Pasión para sentir. Pasión para vivir.

miércoles, 4 de julio de 2012

Volver

A veces, cuando me siento perdida o confundida, intento encontrarme entre mis textos. Por eso me gusta tanto escribir. Aquí queda clara cuál es la realidad, cuál es mi esencia, quién soy. Así, en momentos en los que me siento completamente hundida abro mis blogs, o la misma carpeta de documentos que hace tanto tiempo ya me acompañan.

Y me encuentro con un texto que se titula “Invencible”, por ejemplo, con el que me redescubro. Entonces entiendo que, como siempre, como todos, tengo momentos de debilidad, en los que siento que el mundo se hunde bajo mis pies; en los que no consigo dejar de llorar y maldecir…pero sé que después de todo eso va a llegar mi calma. Me sentaré frente al espejo y esta vez me maldeciré a mí misma por haberme permitido derramar –una vez más- lágrimas que no son de felicidad. Y entonces, aún con lágrimas en los ojos, me reiré de mí misma por haber vuelto a caer. Tendré una conversación conmigo misma (una de tantas) en la que repasaré todas y cada una de mis virtudes y en la que recordaré a muchas personas. Recordaré a personas que se quedaron en el camino y, sobre todo, a las personas que aún están; que siempre han estado. Así será cómo descubra –sí, una vez más- que es precisamente gracias a todas esas personas por lo que fui, soy y seré invencible. Recordaré todas mis experiencias, por qué sufrí, de qué me alejé y qué aprendí. Será en ese preciso instante cuando tome la decisión que me hará volver. 

lunes, 2 de julio de 2012

Fragilidad


Puedes ser la persona más feliz del mundo. Puedes estar sonriendo 23 horas de cada día. Puedes llorar de felicidad. Puedes sentirte completo. Puedes tener millones de motivos para celebrar. Pero no importa. No importa porque las cosas más bonitas suelen ser las más frágiles. Y basta una sola palabra, un gesto o una mirada para bajarte de tu nube y empezar a atormentarte con viejos fantasmas. No te lo explicas, porque apenas unos minutos antes radiabas felicidad…pero sucede. No te das cuenta, ni encuentras una explicación, pero de repente te encuentras perdida. Y piensas que tal vez tú tienes la culpa, que no sabes perdonar y que hay retos demasiado grandes incluso para ti que te creías invencible. Te escuece, cierras los ojos y una lágrima se te escapa. Entonces te das cuenta de que hay heridas que aún no han cerrado, y te asusta pensar que no vayan a cerrar nunca. 

sábado, 26 de mayo de 2012

Siete

Hoy es un día grande. Hoy hace 7 años que se encendió la luz que ilumina mi vida; la luz que, desde entonces, me ha guiado, me guía y me guiará en el camino hasta el fin de mis días.

Es muy difícil expresar con palabras cuánto te quiero, pequeño. Puedo intentar hacerlo explicando que cuando tú sonríes el mundo se para y que cuando tú estás triste todo es gris. Podría decir que tú eres mis ojos, mis manos, mi corazón, mi alma…decir que eres mi vida. E incluso si te dijera que cuando me abrazas todo a nuestro alrededor desaparece y me llenas de energía y paz a partes iguales probablemente poca gente lo entendería. Y si te dijera que eres mi principio y mi final también me estaría quedando corta.

Porque es mucho más que eso. Es mucho más de lo que se puede expresar con palabras…y por eso hemos creado nuestro propio lenguaje. El lenguaje a través del cual con una sola mirada sé si me estás engañando…a la vez que tú sabes que te he descubierto. Ese lenguaje que aprendí en una de esas noches, que al acariciarte justo en el centro de la espalda ríes durante, al menos, 20 segundos sin parar. Tu mirada al verme llegar a tu comedor, cómo intentas rehuirla para hacerte el sorprendido en cuanto me acerco a besarte por detrás… ¡delante de todos tus amigos! Sí…justo esa mirada que me dice que ya eres mayor, aunque no lo suficiente como para no ilusionarte cada jueves al verme cruzar la puerta. Hemos creado el lenguaje en el que con tus besos sabes calmar cualquier herida, por su dulzura, por su propia despreocupación. O ese lenguaje, que te ha enseñado que el día del preparador estoy especialmente nerviosa y entonces me preguntas si es que hoy tengo “profesor” y me recuerdas que siempre lo hago bien y que no entiendes por qué estoy tan nerviosa. En nuestro lenguaje, en el que tú sabes lo orgullosa que me siento de ti cuando llegas a casa y me cuentas que un amigo del cole estaba pegando a unas chicas, que tú le has dicho lo horrible que es pegar a las chicas…y que finalmente has tenido que pegarle tú para protegerlas.

Ése es nuestro lenguaje, a través del cual pretendo transmitirte cada día cuánto, cuánto, cuantísimo puedo llegar a adorarte.

Feliz Cumpleaños, pollito.  


viernes, 30 de marzo de 2012

Sé que ya no parezco tan contenta y que me cuesta un poco sonreír. Sé que te abrazo menos, que te hablo mucho y te beso poco. Sé que notas que ya no te hago tantas sorpresas y que crees que apenas pienso en ti. Sé que muchas veces malinterpreto tus palabras y me enfado porque tengo un carácter muy fuerte. Sé que a veces me cuesta mucho olvidar. Sé que a veces no me explico bien y que no te demuestro las demás cosas que también sé. 

Pero también sé que eres mi persona; que lo supe desde el primer día que te vi en aquel bar y que lo tuve aún más claro cuando nos besamos el día de -nuestra- Nochevieja. Sé que no hay mañana que no me levante mirando el móvil deseando de comprobar que, como siempre, has dejado tu huella. Sé que me muero de ganas de salir del preparador (además de porque sufro... :P) porque sé que voy a tener un mensaje tuyo en el que diga: "Ánimo cariño, sé que lo estás haciendo genial". Sé que soy feliz sabiendo que para ti no hay nadie más, que tus ojos y tus manos sólo me pertenecen a mí. Sé que estás en cada artículo de cada uno de los códigos que reina mi escritorio, y en cada hoja de cada manual. Sé que cada vez que miro nuestra foto de mi escritorio, que hace compañía a Andy, me siento la mujer más afortunada del mundo. Sé que deseo hacerte feliz por encima de todas las cosas, que tengamos una casa preciosa y dos hijos más. Sé que quiero cuidarte para siempre, devolverte todas las cosas que has perdido, enseñarte las que nunca has conocido y que conservemos todas esas juntas. Sé que estoy enamorada de tu sonrisa, que siento cosquillas en el estómago mientras te espero. Sé que haría cualquier cosa por ti, que incluso dejaría hasta la ensalada de pasta si tú me lo pidieras :P. Sé que no quiero volver a estar sin ti, que te quiero, que nunca dejaré de quererte... Y sobre todo, sé que yo sabía todo esto antes que tú.

miércoles, 18 de enero de 2012

Lo que la vida me ha enseñado

La vida me ha enseñado que lo más importante no es querer a alguien, sino ser alguien a quien valga la pena querer. Me ha enseñado que la lucha siempre genera sus frutos; que una sonrisa moviliza a más personas que un millón de lágrimas y que ser fuerte no es cuestión de dureza, sino de coraje. De la valentía, la vida me ha enseñado que no consiste en no tener miedo, sino en tenerlo (cuanto más mejor) y que, pese a ello, sigas adelante. Esta vida me ha enseñado que coger una mano es algo maravilloso, pero que conservarla para siempre es lo más grande. La vida me ha enseñado que la verdadera función de los sueños no es soñarlos, sino vivirlos. He aprendido, gracias a lo que la vida me ha enseñado, que conseguir lo que quieres es grandioso pero que, mantenerlo a lo largo del tiempo es realmente mágico. La vida me ha enseñado que el amor es el mejor sentimiento del mundo y que cualquier cosa que traiga dolor no puede ser llamada amor. La vida me ha enseñado que la envidia destruye al envidioso y resalta la grandeza del envidiado. Algo muy importante que también me ha enseñado la vida es que el mejor indicador del valor de alguien es la calidad (y no cantidad) de la gente que les rodea. A base de golpes, la vida me ha desvelado que la traición y el engaño existen, que el camino es tortuoso y muchas veces oscuro, pero que si has sabido cómo vivir, siempre hallarás la luz en las personas que te acompañen. En esta vida he aprendido que los sabios aprenden de sus errores pero que, en cambio, los genios aprenden de los errores de los demás; que la debilidad no es cosa de débiles sino de los más fuertes, pues es en ellos en donde residen las grandes almas y que lo más importante es confiar en uno mismo. La vida me ha enseñado, además, que los límites no existen y que somos nosotros, aterrados, quienes elegimos dónde y cuándo ponerlos. La vida me ha enseñado que, al contrario de lo que pueda parecer, existe más gente buena que mala, aunque también me ha enseñado que el mal hace más ruido. He aprendido que lo que callamos no cuenta, que no existe, y que lo que decimos nunca se olvida. Y que la sonrisa de un niño es la mejor medicina.

Y sobre todo, la vida me ha enseñado que es bella, que vale la pena vivirla y que siempre tendrá algo que enseñarnos.

viernes, 13 de enero de 2012

Marta

Si existe un dolor profundo y agudo en esta vida es el que causa la pérdida de un hijo pero, por si eso fuera poco, en este caso no hablamos de perdidas, hablamos de robar. Porque, al asesinar a Marta del Castillo no han robado sólo su vida, sino también la de toda su familia. Pero no, no se conformaron con eso, fueron más allá e hicieron desaparecer el cuerpo de una niña y, con él, toda posibilidad de un mínimo consuelo para aquellos que la querían.

Es injusto, eso lo pensamos todos. Pero lo que es injusto de verdad es que unos padres se vean privados de su hija y además no sean compensados con la justicia que un Estado de Derecho debería entregarles.

Momentos durísimos los de la incertidumbre, la pérdida, el desconsuelo, juicios, mentiras, lágrimas. Ignorancia al creer que, finalmente, tanto dolor serviría para, al menos, hacer justicia y que aquellos que robaron tantas cosas a tantas personas pagaran por ello.

Y se quedan así, con un único culpable y una mísera condena de 20 años por asesinato. Decepción, más dolor, desesperanza, agonía, pérdida, sufrimiento, fracaso, incomprensión.

Soy jurista y madre. Por sentencias como las de Marta del Castillo, a día de hoy, me da vergüenza dedicarme a lo que me dedico.

Éste es un pequeño espacio; mi espacio, pero desde aquí quisiera mandar todas mis fuerzas y ánimos a unos padres que, sin duda, han dejado de vivir. 

jueves, 12 de enero de 2012

Esos placeres

El grandísimo placer de ser el mundo de una pequeña personita rubia, de saber que es tuyo y que nunca habrá nada que supere un amor tan puro. Esos pequeños placeres como una cerveza fresca a media mañana acompañada de la sensación de plenitud porque has cumplido con tus objetivos matutinos. Una comida rodeada de tu familia, o amigos, o de esa persona especial, en la que el ingrediente principal son un millón de risas. El pequeño gran placer de saber que hay alguien que te echa muchísimo de menos y que se muere por verte…sentir eso, y saber que es correspondido. El pequeño placer de un jueves del amor, cuando conseguimos juntarnos todos –o la mayoria- para ponernos al día de nuestras venturas y desventuras, para no olvidarnos de la falta que nos hacemos. El placer de saber que estás cumpliendo un sueño, paso a paso y, por supuesto, la absoluta certeza de que lo vas a conseguir. El pequeño placer de meterte en tu cama y, una vez bien arropada, darte cuenta de que estás tomando grandes decisiones. El pequeño placer de descubrirte cada día un poco más y, ese gran placer de no dejar de sorprenderte a ti misma; de no encontrar límites, ni fronteras, ni nada que pueda contigo. El pequeño placer de un olor que te recuerda momentos perfectos. Las canciones que describen aquel sentimiento que nunca habrías podido descifrar. El pequeño placer de recibir un mensaje, sólo porque eso significa que esa persona está pensando en ti. El gran placer de saber que, todo eso, es lo que la gente llama felicidad. 

miércoles, 11 de enero de 2012

Hoy he soñado contigo. Hacía tiempo que no lo hacía, que ni siquiera pensaba en ti. Supongo que te busco, sin querer, después de cada herida. Te busco para encontrarme, para no olvidar lo que quiero tener y no perder la esperanza ni la ilusión, porque sé que puede conseguir. Tú me lo diste, aunque al final la historia terminó por no compensarme. Y apareces así, detrás de un sueño, y me animas a esperar lo que quiero, a conseguirlo y a no conformarme con menos. Sí, ya sabes que a veces pido mucho, pero nunca más de lo que doy. Además, a ti nunca te costó, nunca tuve que pedirte nada, me hacías feliz sin que yo te lo pidiera…Ya han pasado algunos  pero es que tú... bueno, tú eres TÚ.


martes, 3 de enero de 2012

Algo sincero

Cuando todo acabó intenté necesitarte o, al menos, echarte de menos. Intenté pensar en los buenos momentos que habíamos pasado juntos para ver si conseguía derramar alguna lágrima. Intenté, incluso, sentirme culpable por conocer a otras personas. Intenté tantas cosas porque pensé que después de tanto tiempo era lo que debía sentir.

Pero, sin embargo, pese a tanto intento no conseguí ninguna de esas cosas. No pude echarte de menos porque, realmente, no había nada que echar de menos. Y no había nada que echar de menos porque tú no me dabas nada que no tuviera ya gracias a otras personas que ya formaban parte de mi vida. No te eché de menos porque no necesitaba nada de lo que me dabas.

No lloré porque, primero, consideré que ya había llorado bastante y, segundo, porque al intentar coleccionar buenos recuerdos contigo me di cuenta de que todos y cada uno de ellos estaba empañado con alguno que otro malo (normalmente más de uno).

Y sí, me sentí culpable. Pero me sentí culpable por no ser capaz de sentir nada después del final. Me sentí culpable porque, al darme cuenta de que todo había –al fin- acabado, lo único que alcancé a sentir fue un gran torrente de ilusión al saber la vida que me esperaba sin ti. Sentí paz y tranquilidad… Sólo conseguí sentir que la primavera había vuelto de nuevo a mi vida para llenarla de un montón de colores brillantes, y que lo único que te habías llevado de mí era un largo y crudo invierno. 

lunes, 2 de enero de 2012

Yo, mí, me, conmigo

¡Bienvenido 2012! No sabes la cantidad de planes que tengo para ti. Para ti y para mi, sólo para mí. Este año he decidido ser egoísta, dedicarme exclusivamente a mi persona y adorarme por encima de todas las cosas. No necesito que nadie me ponga en un altar, porque yo misma he construido uno enormemente grande y me acabo de subir a lo más alto. La vista desde aquí es tremenda. Mi altar es bastante grande para que puedan hacerme compañía las personas que lo merecen; véase mi familia, mis amigos...y ya sabéis, aquellas personas que valgan lo suficiente como para poder alcanzar el lugar que YO ya ocupo.

Este año se acabó el dar por dar, así porque sí, por amor al arte. Este año sólo regalo cosas a las personas que antes me las regalen a mí...porque, joder, me estaba quedando arruinada con tanto dar a cambio de absolutamente nada. Este año voy a ser rica porque tengo un millón de cosas que ofrecer que me voy a guardar para mí y los míos.

Que nadie se equivoque, estoy abierta a sugerencias. Cualquier persona que crea merecer un pequeño hueco en mi maravillosísimo altar será invitada a permanecer en él siempre que demuestre que es digna de mi pequeño templo. A mis personas de siempre, mis preferidas, sabéis que SIEMPRE tendréis lo mejor de mí, todo para vosotros y, obviamente, a cambio de nada...porque el hecho de saber que existís es motivo más que suficiente para ocupar un prestigioso sitio en mi altar particular.