Las cosas imposibles no existen. Existen las cosas difíciles de conseguir, las cosas improbables.
Sí existen, por contra, la cobardía, la comodidad, la falta de ganas, el no querer esforzarse por lograr cosas "imposibles".
He descubierto todo esto a lo largo de mi vida, durante la cual se me han planteado retos bastante arduos. He tenido que descubrir, por ejemplo, que perdonar no es imposible -pese a que haya cosas imperdonables- y que aprender de tus errores tampoco es imposible. La dificultad no depende de las cosas que nos proponemos, depende de la firmeza con la que queramos actuar, de cuánto deseemos lo improbable y cuánto estamos dispuestos a dar para lograrlo... Y por eso yo aún no conozco nada imposible.
Hay imposibles que un día consigues sin darte cuenta...
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