lunes, 21 de octubre de 2013

Opositar en compañía

Nunca pasé por la fase de querer ser artista. Desde bien pequeña (algo así como los 12 años) sabía cuál sería mi destino; a qué sueño dedicaría la mayor parte de mis fuerzas e ilusiones. Así, como todos mis compañeros, saqué Selectividad, me licencié en Derecho y comencé a caminar hacia mi meta.

Todo comenzó de la manera más normal; que si abriendo el paquete que contenía el libro de Teoría General, que si el primer -y desastroso- cante, comprar un cronómetro...y, en fin, las cosas que hace un opositor al uso... con la energía, fuerza y esperanza que siempre te arropan al inicio de cada aventura.

Así continuó todo. Civiles, Penales... manual tras manual intentando ser cada día un poco mejor. Hasta que un día todo empezó a cambiar. Y es que mi vida se llenó de luz; mi camino de compañeros que en cada cante me cogían de la mano, y a quienes yo cogía con la misma fuerza cuando era su turno... Compañeros que suplían a la perfección cada uno de mis despistes entre tanta actualización, modificiación e  historias varias. Mis mañanas se llenaron de buenos días y las noches de mejores noches. Los minutos antes del cante el móvil empezó a arder en mi mano con mensajes de ánimo y apoyo... y al salir, personas esperando noticias

Y no sólo eso. Llegaron a mi vida nuevos confidentes, amigos, grandes personas que enriquecieron mi mundo desde el primer momento. Y empezamos a visitarnos: Alicante, Madrid y los sitios que aún nos faltan. Sin olvidar los sitios que conoceremos juntos, después de haber llegado al final (en 2, 5 ó 30 años)... compartiendo siempre todo lo vivido.

Jamás pensé que de esta oposición sacaría (además de un buen trabajo) personas que, al final, se han convertido en pilares fundamentales de mi vida. Y por eso quería, desde aquí, daros las GRACIAS.

Gracias por vuestra compañía, por vuestro apoyo, por los ánimos, por ser, por estar... Gracias por ensñarme la grandeza de opositar en compañía.

Os quiero, lo sabéis.


4 comentarios:

  1. Toda la suerte del mundo! :D

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  2. Qué preciosa entrada Fátima!!! Quería habértelo dicho antes, pero todavía no tengo internet en mi casa en Barcelona y desde el móvil no sé hacerlo (parezco tonta, pero juro que no lo soy jajaja). Lo más bonito de opositar es saber que hay gente que sieeeeempre está a tu lado, aunque estés insoportable (yo lo estoy muy a menudo). Muchos besos y mucho ánimo, ¡y sigue escribiendo!

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    1. Me alegro que te guste!!! No hace falta que me jures que no eres tonta, Su Señoría ;)

      Un beso enorme, preciosaaaaa!!

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