sábado, 6 de abril de 2013

Seres Plenos

Unos dirán que es por culpa de las películas en general, otros que es cosa de Disney en particular. Otros creen que es por culpa de la música y los poetas. La cuestión es que desde que tenemos uso de razón, crecemos imaginando en el amor perfecto, buscando a nuestra mitad y enloqueciendo cada vez que erramos. No sabemos que nacemos enteros, que no hay mitades que valgan, como mucho almas gemelas (yo incluso tengo la suerte de tener más de una). Nacemos con la capacidad de ser autosuficientes, de ser felices por nosotros mismos con nuestras realidades, y que sólo así seremos capaces de compartir nuestra felicidad. Pero como no lo sabemos tratamos de buscar la felicidad en terceras personas, “nuestras mitades”, con el objetivo de que nos haga sentir plenos y, así, no añorar ningún sentimiento. Y entonces es cuando erramos.

Erramos porque creemos que amamos a alguien cuando en realidad simplemente creemos que lo necesitamos para hacernos felices. Por eso muchas veces nos conformamos con lo poco que nos dan, porque pensamos que “es lo que hay”, que no encontraremos nada más y que tenemos necesidad de esas migajas. Erramos porque buscamos donde no debemos.

Y es que, a través de la experiencia, es bien fácil descubrir lo que os quiero transmitir hoy. La felicidad es cosa de cada uno. Lo único que nos va a acompañar siempre, pase lo que pase y hasta la muerte somos nosotros mismos. Y estáis de suerte porque os traigo una buena noticia: no necesitamos nada más. Nosotros decidimos de qué crear nuestra realidad; nuestra vida es completamente propia y NADIE tiene el poder de darnos ni quitarnos nada. Siendo así, nosotros debemos encontrar cuáles son esas cosas que nos hacen sentir bien y tratar de rodearnos de ellas para alcanzar el máximo apogeo de nuestra felicidad. Somos únicos, completos y nuestro estado natural es la felicidad. Sólo hay que saber dónde mirar.

Y ahora, que ya sabes que soy un ser completo, que no te necesito y que el sol seguirá saliendo en mi mundo cada día aunque tú no estés, pero también necesito decirte que prefiero ser plena a tu lado y ver contigo cómo sale el sol cada día... Así pues, ¿quieres que compartamos nuestra plenitud para hacer del nuestro un mundo perfecto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario