Como veis he cambiado
el título de este espacio. Y es que yo ya no me conformo con sobrevivir, yo
ahora apuesto a lo grande y ya no sólo de palabra. Ahora es el momento de
aplicar cada lección aprendida y de disfrutar de todas las cosas que la vida me
ofrece. Soy una persona muy agradecida y por eso soy consciente de que tengo
más motivos para ser feliz de los que me atrevo a desvelar en este pequeño
rincón. Así que voy a compartir con vosotros unos cuantos consejos.
CONSEJO NÚMERO UNO:
NO TE LIMITES A SOBREVIVIR; VIVE.
Una vez procesada la
información de 24 años –o los que tengas-, es el momento. Ya no vale pensar en
cómo solucionar las cosas, cómo arreglar los destrozos, ni tampoco vale meditar
horas y horas sobre cosas que no te hagan feliz. No vale sonreír sólo hacia
fuera ni vale no sentir nada. Estamos aquí para vivir, para volar y para partir
esquemas. ¿Imaginas qué loco? Aplicarlo todo; lo bueno y lo malo. Al fin y al
cabo las personas nunca cambian (ni tienen por qué si son felices) así que,
¿qué más da? Todos tenemos nuestros defectos que, por otro lado, nos hacen ser
perfectamente únicos.
Vamos a cometer errores, a levantarnos y a
tirarnos de nuevo a propósito. Matemos dragones, cenemos con príncipes y
ahorquemos a bandidos. Vendamos princesas, y adiestremos murciélagos. Es el momento de
arrancar sonrisas y exiliar las penas. Sólo vivimos una vez, disfrutémoslo.
Hagamos locuras. Desnuda tu alma, tápate los miedos y sal al mundo. No hace
falta que sea al mundo real, sal al mundo que tú quieras; sólo hace falta que
sea un mundo en el que valga la pena vivir.
Es el momeno. Es MI
momento. Allá voy… espero que este mundo esté preparado, pero si no, ya sabéis,
a inventar otro. No te limites a sobrevivir…VIVE.
¿Imaginas qué loco?
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