lunes, 8 de abril de 2013

No te limites a sobrevivir; vive. La vida en 10 consejos.


Como veis he cambiado el título de este espacio. Y es que yo ya no me conformo con sobrevivir, yo ahora apuesto a lo grande y ya no sólo de palabra. Ahora es el momento de aplicar cada lección aprendida y de disfrutar de todas las cosas que la vida me ofrece. Soy una persona muy agradecida y por eso soy consciente de que tengo más motivos para ser feliz de los que me atrevo a desvelar en este pequeño rincón. Así que voy a compartir con vosotros unos cuantos consejos. 

CONSEJO NÚMERO UNO: NO TE LIMITES A SOBREVIVIR; VIVE.

Una vez procesada la información de 24 años –o los que tengas-, es el momento. Ya no vale pensar en cómo solucionar las cosas, cómo arreglar los destrozos, ni tampoco vale meditar horas y horas sobre cosas que no te hagan feliz. No vale sonreír sólo hacia fuera ni vale no sentir nada. Estamos aquí para vivir, para volar y para partir esquemas. ¿Imaginas qué loco? Aplicarlo todo; lo bueno y lo malo. Al fin y al cabo las personas nunca cambian (ni tienen por qué si son felices) así que, ¿qué más da? Todos tenemos nuestros defectos que, por otro lado, nos hacen ser perfectamente únicos.

 Vamos a cometer errores, a levantarnos y a tirarnos de nuevo a propósito. Matemos dragones, cenemos con príncipes y ahorquemos a bandidos. Vendamos princesas,  y adiestremos murciélagos. Es el momento de arrancar sonrisas y exiliar las penas. Sólo vivimos una vez, disfrutémoslo. Hagamos locuras. Desnuda tu alma, tápate los miedos y sal al mundo. No hace falta que sea al mundo real, sal al mundo que tú quieras; sólo hace falta que sea un mundo en el que valga la pena vivir.

Es el momeno. Es MI momento. Allá voy… espero que este mundo esté preparado, pero si no, ya sabéis, a inventar otro. No te limites a sobrevivir…VIVE.


¿Imaginas qué loco?


domingo, 7 de abril de 2013

Yo te invito


Yo te invito a soñar, a creer en lo imposible y a regarte las alas todos los días. Te invito a desafiar al mundo, a que entiendas por qué es mi mayor cualidad y a enseñarte a hacer desaparecer la improbabilidad. Te invito a desaparecer para encontrar tus respuestas, a hacerte grande con cada obstáculo y a compartir cada paso. Te invito a crear aventuras, a no preocuparte por no salir airoso de cada una de ellas y a sonreír por lo que lograste. Te invito a que te valores pero, sobre todo, a que valores a las demás personas. Te invito a renunciar cada cosa por la que no valga la pena perder lo que ya conseguiste y a que no se te nuble la vista. Te invito a arrepentirte, equivocarte y a que comprendas que ése no es el final. Te invito a rectificar para madurar y así convertirte en la mejor versión de ti mismo. Te invito a cada amanecer, a cada anochecer, a cada olor, a cada sabor, a todas las lágrimas y a cada sonrisa, a caricias convertidas en arte, a risas contagiosas...

Te invito a que te sientes a mi lado para que podamos comenzar a soñar juntos con la promesa de que, cuando llegues, no habré olvidado cómo hacerlo.

sábado, 6 de abril de 2013

Seres Plenos

Unos dirán que es por culpa de las películas en general, otros que es cosa de Disney en particular. Otros creen que es por culpa de la música y los poetas. La cuestión es que desde que tenemos uso de razón, crecemos imaginando en el amor perfecto, buscando a nuestra mitad y enloqueciendo cada vez que erramos. No sabemos que nacemos enteros, que no hay mitades que valgan, como mucho almas gemelas (yo incluso tengo la suerte de tener más de una). Nacemos con la capacidad de ser autosuficientes, de ser felices por nosotros mismos con nuestras realidades, y que sólo así seremos capaces de compartir nuestra felicidad. Pero como no lo sabemos tratamos de buscar la felicidad en terceras personas, “nuestras mitades”, con el objetivo de que nos haga sentir plenos y, así, no añorar ningún sentimiento. Y entonces es cuando erramos.

Erramos porque creemos que amamos a alguien cuando en realidad simplemente creemos que lo necesitamos para hacernos felices. Por eso muchas veces nos conformamos con lo poco que nos dan, porque pensamos que “es lo que hay”, que no encontraremos nada más y que tenemos necesidad de esas migajas. Erramos porque buscamos donde no debemos.

Y es que, a través de la experiencia, es bien fácil descubrir lo que os quiero transmitir hoy. La felicidad es cosa de cada uno. Lo único que nos va a acompañar siempre, pase lo que pase y hasta la muerte somos nosotros mismos. Y estáis de suerte porque os traigo una buena noticia: no necesitamos nada más. Nosotros decidimos de qué crear nuestra realidad; nuestra vida es completamente propia y NADIE tiene el poder de darnos ni quitarnos nada. Siendo así, nosotros debemos encontrar cuáles son esas cosas que nos hacen sentir bien y tratar de rodearnos de ellas para alcanzar el máximo apogeo de nuestra felicidad. Somos únicos, completos y nuestro estado natural es la felicidad. Sólo hay que saber dónde mirar.

Y ahora, que ya sabes que soy un ser completo, que no te necesito y que el sol seguirá saliendo en mi mundo cada día aunque tú no estés, pero también necesito decirte que prefiero ser plena a tu lado y ver contigo cómo sale el sol cada día... Así pues, ¿quieres que compartamos nuestra plenitud para hacer del nuestro un mundo perfecto?