Dentro de 3 días es mi cumpleaños. 24 años. No sé qué pensar, si es poco o si es mucho... Es poco para todos los planes que tengo, para todos los sueños que aún me quedan por cumplir, para lo lejos que deseo volar y para las arrugas que pretendo coleccionar a base de un millón de recuerdos. Es mucho para todo lo que ya he vivido, para lo que he aprendido (aunque no haya querido), para todo lo que ya he logrado. Es...¿poco para tener un hijo de 7? Y demasiada felicidad en tan poco tiempo.
El día de mi cumpleaños es mi día preferido del año. Consigo reunir a muchísima gente importante para mí, gente que me quiere, a la que quiero y personas a las que realmente necesito. Aún quedan 3 días y no puedo ser más feliz.
Estoy en un momento demasiado bueno, y nada más humano que temer a la propia felicidad. ¿Sabéis ese momento en el que te sientes tan plena, tan feliz, que te da hasta miedo? Miedo de no saber cuánto durará, de preguntarse qué hacer para que nunca acabe, del sentimiento de vacío que sentirás cuando este momento dé paso a otro peor.
Somos realmente autodestructivos. No sabemos aprovecharnos de nuestra felicidad, que no siempre está, es evidente. Pero, dejémonos de preguntas, de malos augurios... vamos a eliminar la preocupación y a recordar con todo detalle cómo nos sentimos AHORA, en este momento, sin miedo. Disfruta, sonríe, sé feliz. Y si se acaba... sueña esperando a que vuelva a llegar el momento en que una lágrima se te escape de pura felicidad.
Gracias a todos los que contribuis a tanta felicidad. Gracias a todos los que, dicho de otro modo, me hacéis tener miedo... ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario