lunes, 27 de mayo de 2013

Ocho


Desde que naciste, hace hoy ocho años, te he enseñado (o, al menos, intentado) muchas cosas. Te he enseñado a coger bien los cubiertos, a escribir sin faltas de ortografía, a valorar a las personas y a ti mismo, a ser valiente, a tratar de entender a los demás, a respetar a las mujeres, a luchar, a ser comprensivo y compasivo con el resto del mundo, ayudar a quienes más lo necesiten… y en definitiva he intentado inculcar en tu unos valores que espero y deseo que te acompañen para siempre.

Pero no menos es lo que tú me has enseñado. Porque he aprendido de ti que no hay pena tan grande que no pueda arreglarse con una sonrisa; que las heridas duelen menos cuando tienes quien te las cura; que las tormentas son la excusa perfecta para dejarse sorprender por un arcoiris; que las cosas de un momento a otro pueden cambiar de blanco a negro sin darte cuenta...y que no importa. Me has enseñado que da igual perder de vez en cuando el norte para conocer algo del sur; que lo mejor de llegar a la meta es encontrar a quien te espera con los brazos abiertos; que la confianza en uno mismo y en los demás son grandes tesoros…

Porque tú eres quien me ha enseñado todo eso. Tú eres la sonrisa que arrasa con mis penas, la cura para cualquiera de mis heridas, mi más precioso arcoiris, todos mis colores. Eres mi veleta en cada ráfaga de viento, mi meta en cada paso, la luz de cada amanecer que no se apaga ni en la más oscura noche.
Muchas gracias por todo lo que me enseñas día a día, eres mi mayor tesoro.
¡Feliz cumpleaños, vida mía! Te adoro. 

martes, 7 de mayo de 2013

Animal

"¡Eres un animal!", le dicen, y se ofende. Le doy vueltas y, sin querer, caigo en la cuenta de la suerte que tendríamos si viviéramos en un mundo donde todos fuéramos más animales. Los animales saben qué es lo realmente importante. Los animales nos enseñan la esencia de la vida. Los animales valoran... los animales saben mucho más que los humanos sobre las cosas importantes.

¿Cómo que estoy loca? 


Algunos animales saben mucho más de la ETERNIDAD que los humanos.


Un ejemplo es el de este perro, Capitán, seguro que habéis oído hablar de él. Este perro lleva 6 años durmiendo en la tumba de su dueño. Cuando Miguel -su dueño- murió, Capitán desapareció de su casa. Al domingo siguiente, sus familiares fueron a visitar la tumba y allí encontraron a Capitán. Aunque con el tiempo volvió a casa, cada tarde, al anochecer, regresa con su amo. 

También algunos animales saben mucho más de la PROTECCIÓN que la mayoría de las personas.

Esta gorila, Koko, por ejemplo, es una amante de los animales. Koko conoce a la perfección el idioma GSL (lenguaje de sordos para los gorilas) y conoció a los gatos por medio del cuento de los Aristogatos. Cuando fue su cumpleaños, su cuidadora le preguntó que qué deseaba, a lo que Koko respondió que quería tener un gatito. Su cuidadora, Penny, le regaló un peluche con forma de gato...que no gustó a Koko. Así, Penny, le regaló un precioso gatito -esta vez de verdad- al que Koko quería por encima de todas las cosas. Lo cuidaba, lo protegía, lo lavaba y cuando se refería a su gatito (al que llamó Bolita) decía: "Koko ama". Y todo pese a que su gatito era de lo más travieso y no paraba de arañar y morder a Koko. Cuando Bolita murió, Penny explicó a Koko que nunca volvería a verlo. Koko lloró y lloró y, desde entonces, cada vez que ve un gato dice: "triste".




También muchos animales lo saben todo sobre la FIDELIDAD


Como ya es bien sabido, tanto los caballitos de mar, como los pingüinos, permanecen con la misma pareja 
durante toda su vida.Una vez que los caballitos de mar han formado pareja no la cambian ni buscan otra ni aún en el caso de que el otro desaparezca o muera. Los pingüinos, por su parte, comparten todas las tareas: construyen el nido entre ambos, lo defienden, incuban los huevos un tiempo cada uno y alimentan a sus pichoncitos turnándose.  

Conocen más allá de lo esencial sobre el VALOR

En este caso no voy a referirme a la valentía del tigre o del león, sino a la del tejón. El tejón fue catalogado en el año 2000 como el animal más valiente del mundo por el Libro Guiness de los Récords. Como podéis ver, se trata de un pequeño mamífero que tan solo alcanza los 90 cm del longitud y los 30 cm de altura. Es conocido por su ferocidad, ya que no duda en hacerle frente a cualquiera que se ponga a su paso. No es que el tejón esté loco (como yo), es que es un animal muy inteligente (como yo también) y ataca a sus enemigos atacando sus puntos débiles para lograr vencerlos. 


Y ¿cómo no destacar en esta entrada la SOLIDARIDAD de los animales?

Ésta es probablemente su cualidad más conocida. Para esto hay millones y millones de ejemplos. Animales que han salvado las vidas de sus dueños, o de alguna otra persona -aún arriesgando sus vidas- y animales que han adoptado cachorros de otras especies para amamantarlos y criarlos. 

Podemos citar, por añadir ejemplos más concretos, aquel perrito callejero que arriesgó su vida por salvar a otro perro que se hallaba moribundo en medio de una autopista después de ser atropellado (vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=KtphUpiPov8&feature=player_embedded). Las cámaras de la autopista grabaron cómo el perro se lanzó -literalmente- a la autopista directo hacia el otro perro, sin importarle la cantidad de tráfico que había en aquel momento. Llegó hasta el herido y lo arrastró hasta un lado de la carretera, sin que ningún vehículo se detuviera, ni siquiera redujera la velocidad.

Otra historia de perros, aquella que sucedió en Kansas. Una tigresa blanca abandonó a sus cachorritos, que fueron adoptados rápidamente por una perrita que los amamantó, cuidó y limpió salvándoles la vida. O la de la gatita de Ámsterdam que adoptó un oso panda. 

Pero  no sólo los perros son héroes. También tenemos a Lulú, un cerdo doméstico que salvó a su dueño, Jo Ann Altsman, a quien le dio un ataque al corazón. Lulú, al ver a su dueño tendido en el suelo, salió a la carretera y se tumbó hasta que un coche paró. El conductor siguió a Lulú hasta donde se encontraba su dueño y llamó a emergencias, salvándole la vida. 

O los leones, tan feroces ellos...trocitos de pan. Hace unos años, en Etiopía, tres leones salvaron la vida de una niña de 12 años ahuyentando a unos hombres que querían secuestrarla. Corrieron tras ellos y cuidaron de la niña hasta que la policía y sus familiares consiguieron localizarla.

Y, en fin, como todas éstas podríamos ponernos a contar y contar. Todo esto a mí me da que pensar... ojalá todos fuéramos la mitad de animales que son ellos. Ojalá hubiera más personas capaces de sentir el amor incondicional de Capitán. Ojalá hubiera personas tan protectoras como Koko y tan solidarias como el perrito que ayudó a su amigo mribundo. Ojalá todos fuéramos la mitad de valientes que el tejón. Ojalá más personas conocieran el significado de la fidelidad de una manera tan natural como los pingüinos y los caballitos de mar. 

Así que, ya sabéis mis queridos lectores (que aunque nunca escribís sé que estáis...el contador de visitas nunca falla), cada vez que os digan: "¡ANIMAL!", responded simplemente: "¡GRACIAS!"